Las hermanas Alexandra y Andrea Botez se han convertido en superestrellas jugando ajedrez en Twitch

¿Qué se necesita para tener fama en Twitch? Te damos la bienvenida a Going Live, una serie en la que los creadores más populares de Twitch explican cómo fundaron sus comunidades y cultivaron un espacio donde los espectadores, los streamers y las marcas pueden conectar en tiempo real.

Alexandra y Andrea Botez tienen más de 1 millón de seguidores en su canal de Twitch BotezLive.

Es un frío día de marzo en Las Vegas y las hermanas Alexandra y Andrea Botez están jugando ajedrez contra oponentes aleatorios en la calle Fremont; le ofrecen US$ 100 a cualquiera que las supere. Después de tres horas y media de juegos contra unos cuantos oponentes dignos, no perdieron ni un solo partido. La multitud se reunió alrededor de su mesa. Los fanáticos se detuvieron para sacarse fotos con las llamadas “Reinas del Ajedrez”, que tienen 1 millón de seguidores en su canal de Twitch BotezLive. Las hermanas dieron consejos amistosos a los jugadores más nuevos a los que han vencido y apretones de manos a los jugadores seguros y experimentados que las desafiaron y perdieron.

Entonces, finalmente, el presidente del club de ajedrez de la Universidad de Nevadas, Las Vegas (UNLV) , que había estado esperando el momento correcto, se sentó a ver el partido final contra Andrea. La joven de 20 años se muestra confiada, mientras conversa despreocupadamente con su hermana y con el chat que la ve en directo en Twitch durante las jugadas iniciales. Pero, a los dos minutos de la partida cronometrada de ajedrez rápido de cinco minutos, el rival de Andrea comienza a presionarla.

“Esto da un poco de miedo”, comenta Alexandra mientras observa a su hermana, al mismo tiempo que agradece a los espectadores por las nuevas suscripciones. “Esta es la batalla final culminante”.

Sin molestarse por los ligeros alborotos de su hermana, Andrea se abre en el centro del tablero, y se deshace de la presión rápidamente, ganando un ligero margen de tiempo.

“Estoy tranquila, estoy muy tranquila”, dice Andrea mientras se acaba el tiempo de su oponente.

Cuando el ajedrez es un negocio familiar

Por supuesto que Andrea está tranquila. Ganar un partido de ajedrez frente a un público no es nada nuevo para las hermanas Botez. Lo han estado haciendo toda su vida.

Alexandra, de 26 años, comenzó a jugar ajedrez cuando tenía seis.

“Mi papá me enseñó a jugar ajedrez. Él había aprendido de su abuela porque el ajedrez es muy popular en Rumania, que es de donde es nuestra familia”, dice Alexandra durante una entrevista previa al viaje a Las Vegas. “En realidad, fue algo que realmente disfruté hacer con mi padre”.

Alexandra tuvo algunos éxitos a temprana edad en competencias y rápidamente se hizo evidente que de verdad tenía talento. Andrea, que es seis años y medio menor, recuerda haber acompañado a su padre y a su hermana, quienes, para ese entonces, competían en prestigiosos torneos como el Campeonato Mundial Juvenil de Ajedrez y los Nacionales Canadienses de Ajedrez Juvenil. Andrea se inspiró al ver a su hermana en estos torneos y comenzó a jugar en serio cuando tenía seis años.

Pasaron toda su infancia jugando al ajedrez y largos fines de semana en torneos, estudiando y preparándose, más la escuela. Les encantaba. Y también les gustaba mucho ganar.

“Uno de mis primeros recuerdos es la última ronda de nacionales; tenía que ganar. Recuerdo haber convertido un empate en una victoria”, dice Andrea. “También recuerdo todas las veces que lloré cuando perdí. Pero lo emocionante era estar en el asiento, cuando consigues la victoria después de un partido largo, incluso cuando eres realmente pequeña”.

Ese éxito temprano también trajo mucha presión. Alexandra recuerda ganar nacionales cuando tenía ocho años y que su entrenador le dijo: “Es fácil llegar a la cima, pero es difícil mantenerse allí”. A partir de entonces, ese era su objetivo en todas las competiciones. Eso no la detuvo. Alexandra se convirtió en cinco veces campeona nacional de niñas de Canadá y también ganó el nacional femenil de los EE. UU. a los 15. Y en 2013, a los 18 años de edad, alcanzó el título Woman FIDE Master.

Cuando Alexandra fue a la universidad, Andrea jugaba ajedrez en Oregon, donde iba a la preparatoria. Ella mantuvo separada su vida ajedrecista (ganó el Campeonato Canadiense de Ajedrez Juvenil Sub8 para Niñas en 2010 y se convirtió en la campeona del Campeonato de Ajedrez de Columbia Británica en 2015) de su vida en la escuela secundaria.

“Yo era la única chica en el club de ajedrez en Oregon; todos los hombres tenían 40 años o más y yo iba a regresar a la preparatoria y ninguno de ellos iba a hacer eso”, dice Andrea.

Aunque, históricamente el ajedrez ha sido considerado un juego dominado por los hombres, esa percepción ha cambiado en los últimos años a medida que se ha vuelto más popular gracias a su resurgimiento en la cultura pop y su accesibilidad en servicios de transmisión en directo como Twitch.

"Creo que la creciente popularidad ha contribuido. sin duda. a aumentar la representación de las mujeres", afirma Andrea. “Para mí era realmente importante tener una comunidad como yo. Antes, realmente no había chicas. Y ahora, con Twitch, algunos de los streamers de ajedrez más populares son chicas”.

A medida que su estrellato ha crecido, las hermanas Botez tienen el lujo de elegir qué ofertas de marca son las adecuadas para su canal.

La explosión de la transmisión en directo de ajedrez

Los juegos de las hermanas Botez no siempre son tan tranquilos y serenos como lo eran mientras transmitían en vivo en Fremont Street. Además de viajar a grandes ciudades de todo el mundo, donde hacen streaming de sus partidos en persona en el Botez Travel Show, las hermanas Botez juegan, más a menudo, al ajedrez en línea desde su casa, y lo transmiten en Twitch. Es, entonces, cuando las cosas se ponen un poco más agitadas, lo que se aleja del juego concentrado que la mayoría de la gente imagina que es el ajedrez. Alexandra y Andrea gritan, bromean y se burlan entre sí. A menudo, juegan juegos de Blitz vertiginosamente rápidos en Chess.com, donde cada jugador tiene solo cinco minutos totales (o tan solo uno) para jugar en el juego. El reloj es brutal. Pero el tiempo parece suspendido cuando juegan las hermanas Botez. Ellas revisan casualmente las redes sociales, discuten la cultura pop, hacen bromas y se molestan entre sí mientras juegan contra el 1% superior de los jugadores de Chess.com.

Hoy en día, no solo es ajedrez. Su canal ha crecido hasta incluir una gran cantidad de diferentes pasiones y pasatiempos. A veces juegan póquer, asisten a clases de circo, cocinan, juegan Jenga con sus compañeras de cuarto (las hermanas Botez se mudaron, hace poco, a una nueva casa en Los Ángeles con las streamers de Twitch JustaMinx y Code Miko). También han lanzado el Botez Travel Show, donde exploran ciudades de todo el mundo (París, Londres, Oslo, Dubai) para conocer jugadores, asistir a competiciones y aprender estrategias de los mejores en el ajedrez.

Cuando Alexandra entró a la universidad (primero a la Universidad de Texas con una beca de ajedrez completa, luego a la Universidad de Stanford), aprendió algunas realidades del ajedrez profesional.

“Si no eres una de las 10 mejores jugadoras del mundo, no te ganas la vida con el ajedrez”, dice. “Preferí usar esos logros en el ajedrez para entrar en la escuela de mis sueños, que era Stanford”.

Se enfocó en la escuela, pero mantuvo el ajedrez como un pasatiempo; encontró comunidades en línea y creó contenido para Chess.com. Después de aprender sobre Twitch a través de algunos amigos ajedrecistas, Alexandra comenzó a transmitir regularmente en 2017.

“Simplemente me conectaba en línea y jugaba contra personas de mi nivel en juegos de Blitz realmente rápidos, hablaba de ello, escuchaba música y también interactuaba con la gente”, dice Alexandra. “Honestamente, fue solo un pasatiempo divertido”.

Al salir de la universidad, Alexandra ayudó a lanzar una empresa emergente tecnológica antes de irse de Silicon Valley para “transmitir ajedrez desde mi computadora, que fue algo en lo que tuve mucho retroceso en ese momento”, dice. El ajedrez era un juego que parecía tener mucho potencial para ser explotado.

Y eso es exactamente lo que pasó. A pesar de que había estado ganando popularidad en línea a través de los años, el ajedrez vio un auge increíble al comienzo de la pandemia en 2020.

“Fue entonces cuando nuestra media de espectadores creció 10 veces más”, dice Alexandra. “Creo que fue una de las pocas veces en mi vida que lloré de alegría. Temblaba de emoción”.

Aunque siempre había estado fija en las transmisiones de su hermana, Andrea se convirtió en la segunda estrella del programa ya que la pandemia cortó su último año de secundaria. “Tuve mucha suerte porque Alex estuvo haciendo esto durante años, y llegué justo en el momento perfecto, solo un par de meses antes de que el ajedrez se pusiera de moda y los números subieran”, dice Andrea.

Tras dejar la universidad en pausa, Andrea se mudó a Nueva York (donde estaba Alexandra en ese momento), y ese fue el inicio de su marca.

En los primeros días, las transmisiones de BotezLive pueden haber tenido solo un par de cientos de espectadores concurrentes. Ahora, tienen un promedio de casi 10 mil espectadores en cualquier transmisión, con picos de más de 30.000 por momentos.

Ajedrez y marcas en la era de Twitch

Ninguna de las hermanas Botez esperaba tener un empleo a tiempo completo jugando ajedrez.

“Recuerdo haber dado clases particulares de ajedrez y ganar, como mucho, 20 dólares la hora, pero nunca pensé que iría más allá”, dice Andrea. “Realmente no pensábamos que hubiera alguna manera de ganarnos la vida con el ajedrez. Ahora hay otras chicas de 19 años que son streamers de ajedrez como yo y compraron su propio departamento por su canal de Twitch”.

En los primeros días de transmisión, Alexandra dice que tenía algunos patrocinadores dedicados y miembros de su comunidad que apoyaron financieramente su vida como creadora de contenido de ajedrez de tiempo completo. Su primera colaboración con una marca fue con la compañía de colchones Helix Sleep, a quienes buscó porque no tenía cama cuando se mudó a Nueva York.

Aunque son conocidas como estrellas del ajedrez, las hermanas Botez han comenzado a experimentar con otros contenidos en su canal, tales como cocina, viajes, póquer y más.

En el presente, trabajar con marcas ha creado algunos de sus momentos favoritos mientras transmiten. Las hermanas participaron en un torneo de Uno en Los Ángeles, organizado por Cash App, donde llegaron a pasar el rato con otros streamers de Twitch en persona y jugar juegos. Uno de los favoritos de Andrea era un stream patrocinado por una marca de maquillaje, donde las hermanas se maquillaban una a la otra.

Chess.com también ha sido un gran apoyo por la libertad creativa que le dio a las hermanas. “Muchas marcas tradicionales vienen con un guion o cosas así. Pero en Twitch, eso no funciona y no es auténtico. Las marcas que conocer Twitch y dejan que sus creadores tengan el control tienden a hacerlo mucho mejor”, dijo Alexandra.

A medida que su estrellato ha crecido, las hermanas Botez dicen que tienen el lujo de elegir qué ofertas de marca son las adecuadas para ellas. “Tenemos una audiencia más grande y la responsabilidad de hacer nuestra debida diligencia y asegurarnos de que las marcas sean socialmente responsables y que hayan tratado bien a sus clientes y a otros streamers”, dice Andrea.

Ahora, las hermanas Botez son capaces de invertir gran parte del dinero de estos patrocinios de marca en su propio canal.
Según Alexandra, estos patrocinios también son excelentes para las marcas, que pueden llevar a cabo campañas flexibles que se ajusten a sus necesidades comerciales.

“[Nuestros patrocinadores] por lo general buscan reconocimiento de marca, obtener algo de material creativo o buscar clics directos. Hay muchas cosas diferentes para las que las marcas pueden optimizar”, dice Alexandra. “Las marcas siempre están buscando la manera de crecer. Podrías hacerlo a través del marketing tradicional o en anuncios de televisión o redes sociales. Pero el marketing de influencers es una categoría realmente grande. Lo genial de Twitch es que la audiencia tiende a mostrar más interés que otros [servicios], y tiene espectadores leales. Por lo tanto, hay que pensar en cuántos espectadores más se dedican al hecho de que es en directo. Entonces, cuando haces patrocinios de marca en una transmisión, si la gente está ahí para ti, no van a saltarse tu contenido”.

Esto también beneficia a sus espectadores porque las hermanas Botez pueden encontrar marcas que son relevantes para su comunidad. Para los creadores que recién empiezan, Alexandra destaca la importancia de conseguir ese primer patrocinio para presumir ante otras marcas potenciales. Ella cree que estos creadores más pequeños también pueden beneficiar a las marcas que decidan trabajar con ellos porque “los microinfluencers, en realidad, tienen tasas de interacción realmente altas dado que las tasas de la interacción no escalan de forma lineal”.

Las hermanas Botez dicen que es importante que los nuevos creadores de Twitch obtengan su primer patrocinio para mostrar su potencial a otras marcas.

Mientras tanto, la propia marca Botez sigue creciendo. Están lanzando su propia línea de tableros de ajedrez (los cuales están hechos de aluminio reciclado, y plantan un árbol por cada compra) y otros productos. También, quieren seguir expandiendo su propio contenido, el cual va desde el ajedrez ocasional y competitivo hasta otros intereses que no tienen que ver con el ajedrez. Sin embargo, últimamente las transmisiones de ajedrez en persona, como la de Fremont Street, han sido muy populares en la comunidad ajedrecista. Las hermanas Botez están emocionadas de encontrar nuevas formas de explorar eventos y momentos de ajedrez en persona.

A lo mejor alguien finalmente les gane y reciba esos US$ 100.

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